Salmo-1

No mates.
No hurtes.
No adulteres.
Calla y deja que Dios actúe.
Calla y deja que Dios te diga.
El silencio de Dios es
como la risa de los niños.
Dios proveerá el milagro secreto
de tu vida y nadie lo verá,
porque Dios sólo da en lo oculto de las cosas.
Dios no se exhibe como las muchachas.
Dios no tiene prisa.
Dios no tiene tiempo. El es todo el espacio.
Antes que el “Big-bang”
fuera, El era. Antes que las galaxias fueran,
El era.
El sabe tu ansiedad y
conoce tu temor a la muerte.
El ha sembrado políticamente
su corazón en medio de tu olvido.
El es inalcansable. El es
tu ser y tu deseo. El es
tu duda y tu negación a la duda.
El es tu nihilismo.
El se ha guardado de ti y
se ha guardado por ti. El es la cita perfecta.
El es tu axioma y tu teorema.
Es la raíz cuadrada de tu sombra
y la figura enmascarada de tu alma.
Antes que tú fueras, El era.
El es tu día primero y tu día postrero.
El te ha escogido antes de
que tú pudieras escogerlo.
El aguarda por ti. El es paciente.
El es tu sueño y el
sueño de tu sueño. El es
el espanto y la nada.
Dios es tu salvador,
aunque no sepas lo que es la salvación.
Dios es tu propia carne,
aunque tú sólo oigas el placer
de tu carne, la miseria de tu carne,
el olvido de tu carne.
Dios es tu risa y tu llanto.
Dios es tu mejor deseo
y no desembocará a tu peor deseo.
Dios contempla tu envidia
y la envidia de tu envidia.
Dios vio tu muerte y el
día de tu fiesta. Dios no
tiene color. Dios no posee nombre.
Dios te mira en el espanto del espejo.
En el fragor de los besos,
Dios te besa. En el temblor de las caricias,
Dios tiembla. En el orgasmo
de tu alma, Dios orgasma.
El se ha vestido de piedad.
El se ha suicidado por ti.
El es la miseridordia
(Ramayana)
en medio de la historia. El
es la noticia de tu alma. La
mariposa negra de tu alma.
Dios es el milagro de la vida y
el milagro de la muerte.
Dios es tu desemplo. Tu
enfermedad y tu fracaso.
Dios es el día de tu entierro y
el bebé que llora en la mañana.
Nadie podrá dañar tu daño,
y nadie podrán reír con
la boca de tu muerte en las
mil y una noches
de tu alma.
¿Qué digo hoy? ¿Quién soy ahora? ¿Qué extraño
Dios, Amigo mío, qué loco, me picadilla el alma,
me almidona el bicho, y chorreando de amor,
trémulo, me tiende en los espantos del espejo?
¿Qué ser, qué nada, qué además, me faxea
el corazón a los “amigos” que émulos
se cortan la sombra, y se tecatan
(día de fiesta al Viernes Santo), se masturban
de odio en los espejos. Cruzo el infierno en
la sombrilla de mi héroe que rebuzna
cojo, que tru-trúa jesúsmente, mientras
Dios amuela su navaja en la lengua del poeta.
¡Estoy enamorado del espanto!
¡Estoy lavando el alma de Dios en los sartenes!

Y sé que tu lengua es la casa de Dios.
Tu palabra es el amor de Dios.
Tu sexo es el cuerpo de Dios.
He aquí que los días de la fiesta
están contados. Dios es tu diestra
a tu mano derecha,
y tu omega del día postrero;
Dios tu siniestra y tu alfa.
Dios no te abandonará
delante de los senadores, ni te
dejará delante de los representantes.
Dios te protegerá de la policía
y te protegerá de los gansters.
Dios no es demókrata ni republicano,
ni rico ni pobre,
ni negro ni blanco.
No hay poder como la carne
política de Dios. No hay mercado
que se mantenga contra El. Ni hay relojes eternos:
ni Frankenstein’s, ni Cuasimodos,
ni Melquíades, ni Mefistófeles, ni nadie.
No hay pensamiento
que lo abarque. Ni poema que
lo desborde. Dios es más
que la eternidad.
Dios es mejor que los poetas.
Mejor que los filósofos y el vino.
Mejor que los demagogos de la demokracia.
Dios es mejor que los presidentes yanquis.
Dios es mejor que el
sueño americano.
Mejor que tu taxi y tu video.
Dios es mejor que tu cuenta bancaria.
Dios es mejor que tu salud
y mejor que tu locura.
No hay ejército que pueda consumarlo.
No hay saber
que pueda cumplirlo.
Dios es infinito.
Dios es presumido.
Dios es mejor que el amor
de las esposas.
Dios es como la nieve en el infierno y
como los niños que
alborotan los columpios.
Quien lo ha oído titubea.
Quien lo sospecha
teme que sea cierto.
Dios es una cosa temible
como las rosas de mayo en los parques.
Dios hunde el espacio de tu alma
y te despierta en medio del insomnio.
Dios no se cansa.
Dios no se fatiga.
Dios no deja de orgasmarte.
Dios te mediumniza en medio
de la traición de tus amigos.
Dios te cuida para que el silencio
de tus amigos no pueda matarte.
Dios juega contigo al esconder.
Te presta los árboles y
te obsequia el sol cada mañana.
Nadie ha visto a Dios.
Nadie sabe qué es Dios.
Pero tu sed está en medio de su copa.
Dios es la dicha de tu carne.
Dios es como una mujer vestida.
Como un niño que ve el nacimiento
de otro niño.
Como las gaviotas debajo de la lluvia.
Como millares de cangrejos azules
saliendo de las aguas.
Nadie sabe qué es Dios.
Afortunadamente,
Dios se protege del odio de los hombres.
Su distancia lo protege de ti.
Dios es como un tigre
en medio de la muerte.
Su garra de amor
no te dejará ni de día ni de noche.
Dios es mejor que las cervezas
y mejor que la marihuna.
No te mates ciego.
No hurtes ciego.
No adulteres ciego…..
Aminabad,
entre dos campamentos,
cruza el horizonte.